viernes, 2 de diciembre de 2011

El eterno retorno del cine histórico


JANE EYRE. Nada más nacer en 1847 de la pluma de Charlotte Brontë, la historia de la joven y romántica rebelde se convirtió en un enorme éxito tanto de público como de crítica. La innovación en la forma de pensar de su protagonista supuso un soplo de aire fresco y renovado para la puritana sociedad victoriana de Inglaterra. Hasta tal punto llegó su influencia que algunos la han definido como una precursora del feminismo. Pero poco podía imaginar la autora que esa celebridad traspasaría la dura barrera del paso del tiempo y que Jane Eyre se convertiría en un clásico irremplazable de la literatura del Romanticismo. Y del cine: hoy se estrena ladecimocuarta versión de la obra de Brontë, con buenas perspectivas de convencera la crítica. 

El director de la versión de 2011 de ‘Jane Eyre’, el californiano Cary Fukunaga, no tiene muchas dudas sobre las razones que impulsan a los realizadores (británicos o no) a volver una y otra vez sobre el mismo personaje: "Es brillante, absolutamente actual y nunca pasa de moda. Creo que cuando a un director le ofrecen enfrentarse a esa clase de material esfrancamente difícil negarse" 

En esta historia enmarcada en el siglo XIX, Jane Eyre (Mia Wasikowska) huye súbitamente de Thornfield Hall, la vasta y apartada hacienda donde trabaja como institutriz de Adèle Varens, la niña bajo la custodia del intimidatorio amo de Thornfield, Edward Rochester (Michael Fassbender).


LA CONSPIRACIÓN.  Tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas por conspirar para matar al presidente. La única mujer que se encuentra entre ellos, Mary Surratt (Robin Wright Penn), regenta una pensión donde el autor del magnicidio John Wilkes Booth (Toby Kebbell) y sus cómplices se reunieron y planearon los asesinatos simultáneos. Mientras Washington se recupera de las heridas de la Guerra Civil, el abogado Frederick Aiken (James McAvoy) accede a regañadientes a defender a Surrat ante un tribunal militar. Sin embargo, el joven abogado sospecha que su defendida podría ser inocente, y que está siendo utilizada como señuelo y rehén para capturar a su propio hijo, John (Johnny Simmons).

Robert Redford vuelve a ponerse detrás de la cámara tres años después de ‘Leones por corderos’ (2007). Se trata del octavo filme que dirige, y lo hace proponiendo un thriller histórico que indaga en las sombras de uno de los sucesos más célebres en la historia de los Estados Unidos.


IN TIME. ‘In Time’ es un triller de ciencia-ficción firmado por Andrew Niccol, su cuarto largometraje después de ‘Gattaca’ (1997), ‘Simone’ (2002) y ‘El señor de la guerra’ (2005). Nominado al Oscar en 1999 por el guión de ‘El show de Truman’ (1998), Niccol se ha especializado en la descripción de nuevas antiutopías con evidentes paralelismos con la realidad actual.

En el futuro, el tiempo es la moneda con la que se realizan transacciones, el bien más preciado que se roba y hereda teniendo en cuenta que puede detener el proceso de envejecimiento a los 25 años. Así, la única manera de seguir vivo es conseguir más tiempo a cualquier precio, y en esa coyuntura son las clases más favorecidas las que lo obtienen sin ningún problema mientras que los demás deben resignarse a morir. Will Salas (Justin Timberlake) es uno de esos hombres del pueblo llano que vive su vida minuto a minuto, hasta que una inesperada ganancia de tiempo le permite acceder al mundo de los ricos. Una vez dentro, se aliará con una joven y guapa heredera (Amanda Seyfried) para intentar destruir la corrupción del sistema.



RESTLESS. Lo Nuevo de Gus Van Sant cuenta la historia de Annabel Cotoon (Mia Wasikowska), una chica que sufre un cáncer terminal, pero que sigue empeñada en disfrutar de la vida. Enoch Brae (Henry Hopper) parece haber renunciado a la vida tras la trágica muerte de sus padres. Cuando los destinos de estos outsiders se entrecruzan durante un funeral, surge para ellos la posibilidad del amor y el sosiego.


  
FUGA DE CEREBROS 2. En la secuela de una de las comedias más exitosas del cine español reciente, Alfonso (Adrián Lastra), hermano pequeño de Emilio (Mario Casas), el desdichado protagonista de ‘Fuga de Cerebros’ (Fernando González Molina), también se enamora irremediablemente de la chica de sus sueños. Sin embargo, todo parece truncarse cuando esta anuncia que se marcha a Harvard a estudiar. Alfonso, dispuesto a no rendirse, moviliza a los mismos amigos que pusieron patas arriba Oxford y se lanza a una aventura universitaria en la que caben todo tipo de catástrofes y despropósitos en el camino de conseguir el anhelado amor y/o sexo.

Carlos Therón, salta al largometraje recogiendo el testigo de Fernando González Molina y esperando cosechar los mismos resultados en taquilla. Y aunque no se trate del tipo de cine que entusiasme a la crítica, tiene todos los ingredientes para que siga los pasos de su antecesora: humor patrio de trazo gordo y amigos en busca de su propia juerga universitaria a lo ‘American Pie’ y tantas otras comedias universitarias y de high school. 

 
ACERO PURO.  Una estremecedora película de acción dirigida por Shawn Levy, ambientada en un futuro cercano en el que el boxeo se ha transformado en un deporte de alta tecnología. Hugh Jackman encarna a Charlie Kenton, un boxeador fracasado que pierde la posibilidad de ganar un título cuando poderosos robots de 90 kilos y más de dos metros de altura comienzan a competir. Convertido en un promotor de poca monta, Charlie sobrevive ensamblando robots de bajo costo, a los que apunta en peleas del circuito amateur. Finalmente, cuando esta situación toca fondo, Charlie se asocia con su casi desconocido hijo Max (Dakota Goyo) para construir y entrenar a un auténtico robot campeón. A medida que suben las apuestas en la brutal arena en la que todo vale, Charlie y Max, contra todos los pronósticos, tendrán una última oportunidad de triunfar.


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