martes, 13 de diciembre de 2011

Adiós al abuelo de 'Tapas'


 Alberto Manuel Rodríguez Gallego González de Mendoza, bonaerense del barrio de Belgrano y pionero entre los argentinos que triunfaron en las salas de cine españolas, ha fallecido este lunes a los 88 años en la madrileña Clínica de la Luz, donde llevaba varios días internado por una insuficiencia respiratoria.

Protagonista de cerca de 200 películas, despuntando como galán del cine español de los sesenta, ha compartido romances en la gran pantalla con actrices como Carmen Sevilla o Sara Montiel. El 1 de diciembre había estrenado con gran éxito en Buenos Aires su último trabajo, el abuelo protagonista de 'La mala verdad', una cinta de Miguel Ángel Roca que en el último Festival de Málaga le valió el premio al mejor actor en la sección iberoamericana. Entre sus últimos trabajos también destaca el de un hombre mayor y enfermo que interpretó en la película ‘Tapas’ de José Corbacho y Juan Cruz, un papel que él definió como “simpático y cortito” y con el que las nuevas generaciones lo redescubrieron.

Hijo de andaluz y vasca, huérfano a los cinco años, al pequeño Alberto "le mandaron a vivir" a Madrid, donde se enamoró del séptimo arte en las butacas del cine Argüelles y del teatro, cuando se colaba a ver las zarzuelas en el Lara, recuerda la asociación de Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE), encargada de anunciar el fallecimiento del actor

No le importaba esa fama sobrevenida como octogenario con un personaje secundario. "No conozco envidias ni frustraciones. Empecé de soldado y llegué a teniente general. No me siento sabio; solo escéptico y experimentado, porque he vivido intensamente", relataba en el verano de 2006 en una entrevista para la revista de la Fundación AISGE.

“Sueño con decir chau, me voy, poner un tango y tener una muerte alegre. Estuve internado dos veces por taquicardia, y vi alrededor el sufrimiento: no lo quiero, Dios mío. De morirme no tengo miedo, porque nacemos para eso, ¿no? Plantás un árbol, tenés un hijo, amás. La vida no es mucho más. Ahora, ¿quién me asegura que voy a llegar bien a los 90? Todavía no me hago pis encima, mi cabeza funciona... Pero el organismo se oxida, y la decadencia del cuerpo es terrible”. Alberto de Mendoza hablaba de la muerte como hablaba de todo: de frente y con sentido del humor.

Alberto de Mendoza ha sido incinerado hoy en el cementerio de la Almudena. Se confesaba "escéptico" y reflexionaba así sobre el tránsito final: "La vida es un camino hacia la nada. Cuando te das cuenta de que se termina, todo adquiere una importancia muy relativa. Me conformo con no hacer mal a nadie y vivir con dignidad".

En su caso, además, deja el legado indeleble de títulos como 'El retrato'(1947), 'Barrio gris' (1954), 'La chica de Via Condotti' (1973), 'Cazar a un gato negro', 'El infierno tan temido', 'La máscara de Scaramousche', 'La joven casada' (de Mario Camus), 'Luna de octubre', 'Tú y yo somos tres' o 'Tierra de gigantes', entre muchísimos otros títulos.



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